Salí de Italia y viajé mucho antes de establecerme (¡y mi máquina de coser!) en Francia, en Montpellier.
Después de convertirme en madre de tres maravillas, aprendí a apreciar las pequeñas cosas, a ver el mundo con otros ojos, y eso solo gracias a ellas.

Así que decidí dedicarme a este proyecto, Piccolo Artista, para resaltar la fuerza de la creatividad de los niños, brindándoles recuerdos que siempre podrán llevar consigo con mucho orgullo y que los harán sentir únicos. Me gusta crear muñecos de trapo únicos y retratos que cuenten una historia diferente cada vez y decoren cada casa transmitiendo calidez y emoción.

Cada una de mis creaciones está personalizada, hecha con la mayor atención al detalle para que sea única y preciosa. ¡Regalos originales hechos con el corazón que seguro emocionarán a los grandes y pequeños que los reciban!
La guinda del pastel: todos los edredones se empaquetan en una bolsa de algodón reutilizable, en lugar de envoltorios de papel o plástico, y el afortunado destinatario puede reutilizarlos una y otra vez. ¡Una acción por nuestro planeta y un regalo para ti!

¡Realmente espero contribuir a un comercio más sostenible y responsable y que quienes elijan mis productos puedan creer en estos mismos valores!